Me sumo a todo lo dicho: servicio de primera clase, atendido por sus dueños que son encantadores, muy cálidos y preocupados de que la estadía sea perfecta. Están tomando todas las medidas sanitarias para prevenir Covid19. Hasta se preocuparon de tener para mí pan sin gluten para el desayuno. Aunque x Covid19 no se puede ofrecer buffet, ellos ponen a disposición todos los productos para que uno elija todos los que desee, con opción de desayunar en la habitación o en el comedor. Las habitaciones son muy cómodas, lindas y muy limpias. Tienen un jardín precioso, donde se puede apreciar toda clase de pajaritos, muy bello realmente.Y la ubicación es perfecta! Un barrio precioso, que aunque tiene muchos cafés y restaurantes cerca, es muy tranquilo. Sin duda, una experiencia exquisita que repetiría con gusto! Muchas gracias Adry y Cristián.