Tremenda experiencia, un lugar impecable y por sobre todo la atención de la recepción y los garzones. Cuentan con una vista totalmente privilegiada, habitaciones muy cómodas
Sólo un pequeño detalle, el agua potable tiene un olor un tanto particular, por lo que preferimos el agua embotellada, lo demás está Perfecto
Recomendado absolutamente
Pese a estar en fase 2 y con todas las restricciones de la zona, Carola, Yelka, Marisa, Marcelo, Elliot y Levin se esmeran por hacer mas agradable la estadia. Desde la conversa, la buena onda, facilitar vasos, hielo, preparar lonchera para el tour... asumen como propia la tarea de ser gentil con cada huesped, y se nota que les gusta la gente, cosa no muy común en los hoteles, paradojicamente.
Todo impecable, desayuno a la hora, lavandería ok. Camas cómodas... y la viiiista! MARAVILLOSA. Tinajas y viento 100km/h fue una esperiencia GENIAL.
Espero volver el prox año a probar su cocina, cerrada x disposición sanitaria covid. Solo bajaria el precio un poco por esto mismo, ya q provisoriamente hay q pedir delivery y está lejos de todo... pero sin duda cuando vuelvan a fase 3 estará todo ok
Agradezco a tod@s ell@s, de quienes fue facil aprender sus nombres, pq estan atent@s siempre.
En primer lugar destaca por su buena atención! Definitivamente es donde me he encontrado con la gente más amorosa y atenta, sobre todo nuestra gratitud a Carolina (recepción) que incluso se preocupó tenerme un desayuno 100% vegano y nutritivo, y de buscarnos recomendaciones veganas para ir a comer y conocer en la ciudad. Y en segundo lugar destaca la ubicación y la vista, tiene una de las mejores vistas desde las habitaciones y desde las tinajas calientes, y es a 10 minutos en auto del centro o 30 minutos caminando, lo que te permite tener cierta privacidad y tranquilidad que no se pueden encontrar en cualquier lugar.
Yo viajé solo pues no me tomaba vacaciones hace 2 años, y como experiencia fue impagable, me recupere de todo el cansancio partiendo por la privilegiada vista que tienen las habitaciones, lo que te regala una postal cada mañana que puede pasar por cielos en colores rosas y anaranjados al atardecer o durante el día un celeste que se refleja en un profundo color turquesa en el agua del canal señoret, y de vez en cuando uno que otro arcoiris. La habitación muy cómoda
Por otra parte, el personal es muy atento, siempre pendientes de cualquier requerimiento, por ejemplo como viajé sin la MAC queria mandar unas fotos de un puma que pude tomar en las torres del paine, en la recepcion amablemente me las pasaron de la cámara y me las enviaron a mi correo electrónico para que pudiera compartirlas, es la preocupación por los detalles que tienen ellos que hace que uno no se preocupe de nada mas que disfrutar.
La comida del restaurante es excelente, recomiendo el salmón patagón con pure de arverjas, bastante bueno.
Para quienes no vayan en vehículo la verdad es bastante facil llegar de ida y vuelta al centro de puerto natales, existen unos taxis que cobran 3 mil pesos por viaje, lo que hice yo fue anotar el telefono del conductor entonces siempre me trasladaba el mismo
Gabriela la recepcionista encantadora y Kevin adorable, buena disposición y soluciona todo tipo de problemas. Vista impresionante y lugar cómodo... sólo sugeriría vigilar un poco más la loza, el servicio y las mesas a la hora del desayuno.
