Pase 2 noches con mi esposa en el hotel y la verdad es que cumple con las expectativas. Me gusto mucho el diseño interior, porque tiende a simular un glaciar en su interior. De hecho corre agua por el borde de la escalera, simulando el derretimiento del hielo.
El desayuno buffet es sencillo (huevo revuelto, queso, jamon, algo de fruta, algo de galletas, poca variedad de cereales, yugort, leche, te y cafe)... Eso sí, las palmeritas son muy ricas.
Sin embargo, destaco la excelente atención de Lidia en la recepción y de la Sra. Sandra en el salón de comida. Hasta me ayudaron con solicitudes especiales.
No es un hotel grande, pero es cómodo y está muy bien ubicado (cerca de la costanera y cerca del centro).