Hotel bien situado en primera línea de la costanera a pocos minutos andando de la plaza de armas.
Hotel curioso ,atípico ,que le da un cierto encanto.
Las vistas desde las habitaciones son increíbles ,espectaculares.
Falla la insonorización al estar al lado de la costanera y algunos lugareños hacían exhibiciones con sus autos trucados al anochecer.
Restaurante con carta reducida ,pero con platos con buena presentacion y calidad.
Aníbal todo un crack .atento y servicial.