Llegamos al hotel y la habitación que nos designaron olía a fosa séptica, al solicitarle que nos cambiaran nos comentó que era algo que había pasado toda la temporada (no entendemos como siguen teniendo esa habitación para huéspedes plop!). Después de reclamar nos cambian, y la habitación nueva tenía un mar de polvo bajo la cama. Como ya estábamos allá seguimos (además que el entorno lo valen). Lamentablemente las desiluciones siguieron, ya que el hotel tiene muy mala ventilación y algunas personas claves del personal (recepcionista, manipuladora de alimentos) te atienden sin mascarilla y es muy incómodo, sobre todo por quien manipula y sirve los alimentos en un espacio tan cerrado.
Definitivamente no volvemos.