Estuvimos por 4 noches en el hotel. Es un lindo edificio con fachada tipo castillo del 1900. Las habitaciones son más bien oscuras pero muy cómodas y espaciosas. Buenas camas y almohadas; buena calefacción. El baño de tamaño grande y muy buena ducha. Al ducharse, el agua se filtraba y mojaba el suelo por lo que debíamos poner toallas para minimizar. Desayuno en un lindo comedor que hay en el subterraneo, bien decorado y con poca variedad pero justa y suficiente (cereales, queques, frutas y jugos). Personal amable, tiene un living común en donde siempre hay hervidos para agua caliente te y café. Esto ayuda mucho cuando se debe salir a tours de madrugada y no se alcanza a tomar desayuno en el hotel. La ubicación, es excelente a una cuadra de todo!