Hotel caro para lo que ofrece. Recepción y restaurant separado de las habitaciones por un trecho considerable. Hay que bajar escaleras con las maletas, no hay rampa. Habitaciones demasiado pequeñas, la estándar no tiene closet. Se cuelga la ropa encima de un mesón para hacer café… absurdo.
Poca iluminación, lámparas de velador no funcionaban. Las habitaciones están justo al lado del estacionamiento, por lo tanto hay mucho ruido a todas horas. Mi habitación daba Justo a la terraza de la habitación de al lado, no hay privacidad.
La piscina está supuestamente abierta todo el año pero no le hacen mantención, se veía sucia al fondo.
Gimnasio muy sucio y mal equipado.
Lo único rescatable es la ubicación, al lado de la playa.