Fuimos a este lugar, el lugar es precioso y las cabañas bien equipadas. Desde nuestra experiencia, confunden lo que es un ambiente familiar y un mal servicio. El costo no es sólo el lugar, sino también, el servicio. Como nunca, llovió la noche de año nuevo, cuando llegamos a nuestra cabaña la cama estaba totalmente mojada, una gran gotera. Fuimos amablemente a pedir la ayuda de los dueños, nos encontramos con una muy mala respuesta, incluso con frases del tipo :"No queda otra que duerman en mi cabaña" o solo dejando sábanas y mantas (sucias) para que arregláramos nosotras la situación. Nos acomodamos, lo mejor que pudimos, al día siguiente, con espíritu de nuevo año nos fuimos a la piscina. A las 12:30 llega Andrea, madre de la dueña al parecer, y nos pregunta si estamos al tanto del horario del check-out(12horas), que de "buena onda" nos permitirá quedarnos hasta las 15 horas, sin preguntar nada respecto a nuestro malestar...lindo lugar, pésimo servicio.