Es un bonito restaurante, con una carta interesante y que busca ser auténtica.
Pero tiene cosas que mejorar.
La atención es un poco descuidada.
La calidad de las preparaciones es irregular, algunos platos son muy buenos y otros regulares.
Entonces, queda un poco al azar, la experiencia que tengas con su comida.
Sus precios son razonables y creo que si fuera más costoso, mi evaluación sería peor.

En cuanto al menú que ofrece muy bueno, los platos son abundantes, los precios accesibles, pero lo malo es que las veces que cene tuve que esperar cerca de una hora, y el restaurant estaba casi vacío, por lo que no se entendía la demora.

No nos gustó nada. Las almohadas muy duras, las toallas muy gastadas y carreteadas. En el desayuno había puesto reggetón fuerte y lo hacía muy desagradable. A mi hijo le tocó un yoghurt congelado y no habían tazas. En fin, parecía un hotel al cuidado de nadie y el precio no es para un hotel de tan baja categoría.

Muy buena calidad en la comida, por un día quisimos cambiar de estilo así que pedimos todo vegetariano y fue todo un descubrimiento , la mezcla de sabores y lo fresca que era la comida.

Atención muy buena y rápido.

Un muy buen restaurant, para disfrutar de un grato ambiente, comida altiplánica y pasar una jornada muy agradable.