Un hotel acogedor y familiar, atendido por Monica, su dueña siempre atenta a tus necesidades. En el servicio, como en casa con las atenciones de Mery. Las instalaciones son comodad, y estan trabajando en mejorar aun mas el tema de aislación acustica y otros.
Dispone de amplias terrazas y areas para descansar, en primavera o verano debe ser una delicia estar ahí.
El quincho es muy granade y comodo, para disfrutar en grupo o familia.
cercano a viñas y a Santa Cruz (10 min),
Pocas habitaciones, atendido por su dueños, muy limpio, inserto en el campo, lejos del mundanal ruido. No hay restaurant para comer pero cerca se encuentra todo lo que uno pudiese necesitar.
Totalmente recomendable
No es muy lindo ni comodo, le falta mucho para ser confortable, Relación precio calidad ,muy caro. Lo rescatable la atención de su personal. Si quieres una pieza sin ruido mejor olvidarlo, al ser de madera se sienten todos los ruidos.
Cuando llegas, el lugar y la recepción que te da la gente de allí te da la sensación de que fuera como una casa que tienes en otro lado, de verdad te hacen sentir como si siempre hubieses vivido alli y el lugar es perfecto para descansar.
Muy buen lugar para ir a descansar, la gente es muy agradable. El hotel es atendido por sus dueños, lo cual genera un ambiente familiar. Como estar en casa. La habitación excelente y sobre todo se agradece la tranquilidad, solo se escuchan los ruidos del campo.
