Resumen: comida horrible e incompleta, servicio más que pésimo, local desaseado y precios exhorbitantes pues debería ser gratis por el favor que uno hace visitándolos. Pagué 16,610 colones por dos rollos y un simple y regular té.
Antes de aventurarme a ir a un hotel, restaurant, etc., ⟪casi⟫ siempre consulto opiniones, principalmente en tripadvisor. Hoy sábado 5 de marzo del 2016 aprendí una lección: debo eliminar el ⟪casi⟫ y entonces consultar opiniones siempre que pueda, sin el casi. Esta lección la aprendí hoy cuando mi esposa y yo fuimos a almorzar por primera vez a Mizu Sushi Bar en el Centro Comercial Vía Lindora, Santa Ana. Nunca antes había oído hablar de este lugar ni que tienen varios restaurantes y mucho menos que la mayoría de las opiniones en tripadvisor son negativas y semejantes a la que ahora tengo por mi propia mala, malísima experiencia. En el lugar encontramos dos personas que ya estaban consumiendo y nadie más. Después de revisar el menu y siguiendo mi costumbre le consulté al mesero acerca de lo que habíamos escogido y nos dijo que ambos platillos eran excelentes, con gran sabor y salsas deliciosas: Huancaina Roll y Golden Roll acompañados cada uno con sopa miso. Estando el local vacío nos pareció largo el tiempo para que nos trajeran la comida. Aparecieron los dos platos sin que hubieran preparado las mesas: cero palillos, cero salsa de soya (que usualmente para estos rollos no sería necesaria pero al final fue la salvación), cero platillos auxiliares y para salsa. Van por los palillos y nosotros mirando los platos pero ¿y las sopas? ¡Ah, ya se las traigo! –dijo el mesero-. Otra espera de varios minutos y decido comenzar a comer sin la sopa hasta que aparece el mesero con las dichosas sopas. Le dije que se las llevara que ya había comenzado a comer y no se inmutó por mi reacción, tal vez pensó ⟪salao, si no las quiere me las llevo⟫. Mi esposa quiso probarla y me dijo que estaba fríia. En el plato vino una microscópica muestra de gengibre y cero wasabi. En ambos rollos no se distinguían los granos de arroz, era una masa insípida y toda la preparación no tenía sabor y la salsa casi ausente, apenas unas gotas, por eso comenté que la salsa de soya fue la tabla de salvación para hacer comestible esa cosa. Parece que hoy andaba yo con la guardia baja porque aún me pregunto ¿por qué pagué 16,610 colones por una comida horrible, servicio pésimo, lugar desaseado? O tal vez hace tanto tiempo que yo no tenía tan mala experiencia que me tomó desprevenido y no reclamé. Por supuesto cero disculpas ni compensación por parte de Mizu Sushi Bar, en realidad eso solamente lo he recibido de establecimientos con conciencia de lo que hacen y para quién lo hacen. Eso lo he encontrado hasta en las más humildes sodas de pueblo.