Cuando llegué no había nadie, estaba cerrado, tenían un cartelito en la puerta que decía que había que llamar y en 15 minutos venían. tuve suerte porque vinieron rápido. Eleji pagar en metálico con un cargo de tres euros y me lo cobraron de la cuenta sin preguntar. Deje mis pertenencias en la habitación y me fui a una reunión. Cuando volví por la noche tampoco había nadie en recepción, subí a la habitación y al fijarme con mas detalle eso daba mucho asco, pelos por todos lados, orina en la cisterna acompañada de un papel, podrían haber tirado de la cadena por lo menos, la cama es de la edad de el papa Francisco por lo menos, incomoda a mas no poder te movías y hacía un ruido muy molesto. no funcionaba la calefacción pase mucho frío y no dormí nada aparte que se oye todo lo del pasillo y demás habitaciones. Cuando me fui al día siguiente no había nadie en recepción estuve esperando casi una hora y como ya me habían cobrado les deje la llave y me fui. No pienso volver prefiero dormir en el cocheMás
- Wi-Fi gratis
- Piscina
- Restaurante
- Servicio a la habitación