Fuimos a almorzar 2 personas un domingo. Estaba lleno pero conseguimos mesa para 2 a pesar de no tener reserva.
El lugar es muy lindo, se ve prolijo y limpio, atendido por los dueños, muy amables. Tiene más mesas de la capacidad que tiene, por lo que uno temina comiendo coco a codo con la mesa vecina... literalmente.
La comida es muy sabrosa, los platos abundantes... tanto que la mayoría los deja sin terminar.
El problema me parecen los precios que son demasiado altos, en relación con la comida, y en relación con otras opciones de la zona... Las bebidas sin alcohol chicas cuestan unos $120 / U$s2 . Cada plato cuesta unos $650 / U$s10.
Nosotros comimos 1 entrada, 1 plato, una porción de arroz blanco, y 2 bebidas sin alcohol y gastamos $1365 / aproximadamente U$s22. Y lo más exótico que tenía el plato era cerdo. También hay que tener en cuenta que a 1 cuadra, en otro restaurante, se pueden conseguir las 10 empanaditas chinas a la plancha por la mitad de precio... igual de sabrosas
Suguramente volvería a pesar de los precios ya que me gustaron los sabores de la comida