Pésimo! Nunca me sentí tan mal en un hotel. Más que un hotel de 4 Estrellas, es un hotel de cuarta.
-Empezaré por los puntos a favor: esta ubicado en Bahía Manzano, por lo que tiene una hermosa vista a la Bahia. Las habitaciones son cómodas y están bien amobladas.
-Vamos con los puntos en contra:
Por empezar, el hotel hace publicidad engañosa, cuando en su página web ofrece habitaciones con frigobar y room service 24 hs, lo cual es mentira. Ninguna habitación tiene frigobar (según la gerente, los sacaron cuando empezó la pandemia, o sea hace más de 2 años). Y por otra parte, el room service 24 hs no es tal, solo se pueden hacer pedidos entre las 21:00 y 23:00 hs. Mi marido habló con la gerente por este tema, y ella no estaba ni enterada de lo que estaba publicado en la página web. Pero también cuando pedimos cotización vía email ellos mismos promocionaban el servicio de room service 24 hs. En definitiva, hablar con la gerente fue inútil porque no se mostró predispuesta a ofrecer ninguna solución alternativa. Solo le insinuó a mi marido que trate de relajarse y disfrutar.
El servicio de limpieza es regular, al entrar a la habitación encontramos restos de residuos de los pasajeros anteriores: cajas de remedios vacías, golosinas, etc. El ventanal está sucio de afuera y también se observan telarañas. Además, algunos días no nos repusieron jabones ni papel...Pésimo! Nunca me sentí tan mal en un hotel. Más que un hotel de 4 Estrellas, es un hotel de cuarta.
-Empezaré por los puntos a favor: esta ubicado en Bahía Manzano, por lo que tiene una hermosa vista a la Bahia. Las habitaciones son cómodas y están bien amobladas.
-Vamos con los puntos en contra:
Por empezar, el hotel hace publicidad engañosa, cuando en su página web ofrece habitaciones con frigobar y room service 24 hs, lo cual es mentira. Ninguna habitación tiene frigobar (según la gerente, los sacaron cuando empezó la pandemia, o sea hace más de 2 años). Y por otra parte, el room service 24 hs no es tal, solo se pueden hacer pedidos entre las 21:00 y 23:00 hs. Mi marido habló con la gerente por este tema, y ella no estaba ni enterada de lo que estaba publicado en la página web. Pero también cuando pedimos cotización vía email ellos mismos promocionaban el servicio de room service 24 hs. En definitiva, hablar con la gerente fue inútil porque no se mostró predispuesta a ofrecer ninguna solución alternativa. Solo le insinuó a mi marido que trate de relajarse y disfrutar.
El servicio de limpieza es regular, al entrar a la habitación encontramos restos de residuos de los pasajeros anteriores: cajas de remedios vacías, golosinas, etc. El ventanal está sucio de afuera y también se observan telarañas. Además, algunos días no nos repusieron jabones ni papel higiénico (se ve que tendrían faltantes porque dejaban un solo shampoo y un solo acondicionador para 2 personas).
No ponen ni siquiera el típico papelito para colgar de la puerta para cuando uno quiere que le hagan la habitación.
Es evidente que el hotel tiene muy poco personal. Las mismas personas hacen muchas tareas, y algunos están bastante a disgusto, a juzgar por la forma en que tratan a los huéspedes. (Vean al final del texto la discusión que tuvimos con los gerentes por pedirles un jaboncito!!) Cuando hicimos el check in, no nos dieron ninguna información. A veces hay que esperar más de 10 minutos en la recepción para que aparezca alguien a atender, y en otras ocasiones nos cansamos y nos vamos. Parece un hotel fantasma, hasta en una posada tienen más personal!
Salvo la gerente y la chica del desayuno, ningún empleado usa barbijo, incluso entraron a nuestra habitación sin utilizarlo. Estando aún en pandemia, me parece una falta de respeto.
El salón de desayuno no da abasto, ni tampoco la chica que tiene que levantar las mesas, volver a prepararlas y reponer la escasa variedad de alimentos que ofrecen para desayunar. Hay que esperar para sentarse en una mesa, ya sea porque el salón está lleno o porque las mesas no están preparadas. A propósito, como sugerencia, podrían comprar las medialunas en un lugar donde no las quemen abajo.
Las habitaciones son demasiado calurosas, a pesar de haber pedido que apaguen la calefacción, sigue haciendo mucho calor.
La mampara del baño debe estar mal colocada, porque cuando uno se ducha, se inunda todo el baño.
Las cañerías del agua caliente hacen tanto ruido que uno escucha cuando abrieron la canilla en la habitación de al lado.
Al hotel le falta mucho mantenimiento en algunos sectores, especialmente en el exterior donde las maderas se notan visiblemente desgastadas al igual que las reposeras y sillones. La manguera que llena la piscina está toda pinchada y moja el deck dejándolo resbaladizo. Y la piscina está demasiado sucia, si bien no es época de meterse porque no es climatizada, al menos podrían taparla o vaciarla para que no dé ese aspecto de abandono y suciedad.
Otro detalle es que te dan solo una tarjeta de acceso a la habitación. Si uno quiere una segunda tarjeta (como en cualquier hotel normal) hay que pagarla.
Las cortinas no tienen black out, por lo que a las 6 de la mañana ya está toda la habitación iluminada. Se hace imposible seguir durmiendo normalmente.
Durante las 4 noches que nos hospedamos, la mayoría de los canales de Directv no funcionaban (por error del decodificador, o sea un tema que ellos deberían ocuparse de resolver con la empresa).
La caja de seguridad no funcionaba.
Realmente pagamos muy caro este hotel como para encontrarnos con tantos problemas. Pero lo que es peor, y muy grave, es la mala atención, la displicencia en el trato y la mala predisposición para resolver un problema. La “gerente” cuando le pedimos si nos mandaba jabón y papel higiénico, en vez de resolverlo rápidamente (como en cualquier hotel), empezó a hacer preguntas acerca de si nos habían hecho la habitación, dudando de nuestra palabra, y no quiso dárnoslo alegando que ella revisaba los cuartos. Cuando le preguntamos si también revisaba que tenían suciedad, que había cosas que no funcionaban y demás, nos tiró 2 jabones en el mostrador y nos trató de mentirosos. Además continuó discutiendo e increpando a mi esposo. La función de ella debería ser resolver los problemas en vez de juzgar a los huéspedes. Al escuchar esto vino otro “gerente” y supusimos que intentaría ayudarnos, pero no, siguió firme en la misma tesitura alegando que “esto no es un resort del Caribe”. Al final, para no entrar en discusiones con personas tan maleducadas, groseras y mal predispuestas, nos terminamos yendo a comprar papel higiénico y jabón al supermercado. Es el colmo!! Jamás me pasó en ningún hotel del mundo!!!
Tardaría mucho más en detallar todos los sinsentidos que nos dijeron en la discusión, pero se resume en tres palabras: falta de respeto. Se nota que no es gente preparada en absoluto y supongo que estarán sobrepasados en su tarea. Decir “esto no es un resort del Caribe” no solo es una obviedad, sino que es lo mismo que decir “si te gusta bien, y sino también.” Y todo esto sólo porque pedimos si nos podían dar un jaboncito! Imagínense si uno tiene un problema más importante!! No se arriesguen a pasar este mal momento!!Más
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