En cuanto a su decoración, diría que es de los sitios más originales de la ciudad de Jaén, está al nivel de locales que puedes encontrar en ciudades más grandes, como Madrid.
La atención y el trato es muy buena. Tienen una amplia carta de vinos y de cócteles muy originales. En la carta puedes encontrar platos muy diferentes a lo convencional y de gran calidad.
Recomiendo los Ferrero de foie con cobertura de pera y las croquetas de espinacas y roquefort. También pedimos la entraña y la presa ibérica, nos gustó mucho ya que tenía un gran sabor a horno de leña y nos la pusieron al punto.
Pedimos todo para compartir.
Los postres están muy ricos, nosotros pedimos varios para probar, yo recomiendo las natillas de queso, la sopa de chocolate blanco o la tarta de queso cremosa.
El local invita a tomarse algo después de comer, así que probamos algunos de sus cócteles, como el Pisco Sour o el Mojito Cubano.
Volveremos seguro, ya que no hay muchos sitios de este nivel en Jaén en cuanto a calidad-precio y no es un sitio sólo para ir a comer, es para disfrutar de la experiencia con tu pareja o en grupo.

Trato exquisito, nos sorprendido la amplia carta de vinos y cócteles que tienen.
La comida va muy acorde con el local, los langostinos en tempura de los mejores que probado en mucho tiempo y las carnes espectaculares, tanto en calidad como en el punto que pedimos, al comentarlo con el chico que nos atendió nos explicó que usan un horno hospel, pensaba que eso en Jaén no existiría...
Pronto volveremos, es de los sitios que te dan ganas de probar toda la carta.

Por empezar por lo bueno, el local es bonito, amplio y moderno, algo a priori diferenciador en la zona, y tienen un control covid en la entrada que es de agradecer.
Sin embargo todo se ve empañado por la escasa profesionalidad del servicio (hay que recordar la máxima en hostelería “el cliente siempre lleva la razón”, sobre todo cuando el comensal pide algo con educación...), el tamaño exiguo de las raciones (las carnes son un verdadero atraco calidad/precio), el precio en general excesivo y el hecho de que ni se dignaran a servirnos unos tristes chupitos de cortesía (que al final pusieron por vergüenza torera). Una pena que este restaurante vaya a quedar como mero “postureo”. Una gran decepción, no repetiremos.

Local muy bien decorado, diferente a lo que acostumbramos en Jaén. El servicio y el trato, genial. La comida, pues de los platos que probé, la carne excelente, al igual que el ferrero de foie (creó que era así). En cambio, la ensalada de burrata y la ensaladilla rusa me parecieron normales o regular, como la ensaladilla. El precio, pues normal creo yo, unos 35 euros por comensal. Aún así, muy recomendable y la próxima vez que vaya, porque volveré, pediré otros platos.

El restaurante te hace disfrutar de una experiencia espectacular, donde la fusión de gastronomía exótico Mediterranea con matices Nikkei te hacen saborear un montón de sabores, las carnes son su especialidad, los postres riquísimos, cócteles creativos.
Un servicio exquisito , súper atentos y amables.
Jaen tiene ahora un lugar donde las reuniones de amigos , familias y parejas sean mágicos.