Critica hotel Meliá Adultos.
Infraestructura: El hotel cuenta con amplio terreno, multiples edificios distribuidos entre jardines (lo mas lindo del hotel son sus jardines). Los edificios cuentan con 2 pisos, las habitaciones que se encuentran cercanas al lobby son mas antiguas, importante olor a humedad y oscuras. Lejos de la playa por lo menos a 15 min caminando. Decidimos hacer un upgrade para elegir una habitación mas cerca a la playa y piscinas. La habitación era mas luminosa, sin olor a humedad. De menor tamaño, con vista a los jardines, con aire acondicionado. No existen habitaciones con vista al mar. Se encuentra junto al hotel de Melia familiar. Es difícil diferenciar limites entre distintos hoteles. Debido a las distancias dentro de las dependencias del hotel, cuentan con “trenes” de acercamiento, cuyo frecuencia es de 10 a 15 min.
Wifi: en general buena conectividad, velocidad lenta aprox 2 Mb/s. Se pierde conexión en la playa.
Comida: Se promocionan aprox 13 restaurantes, pero en realidad el de adultos cuenta con: 1 solo para desayunos y almuerzos tipo buffet. 1 sin reserva para cenar estilo buffet y 3 con reservas días previos, menú a la carta solo cena.
La comida bastante estándar. Destaca algunas cosas. No sorprende. Se hace MONÓTONO el desayuno y almuerzo. Los restaurantes de reserva tampoco destacan comidas prácticamente similares a las del buffet. Atenciones de camareros con tendencia a ser bastantes parcos. Muchas ocasiones terminábamos de comer y aun no teníamos bebestibles. NO cuentan con autoservicio de bebidas (buffet). Existían siempre discusiones entre ellos frente la gente. Un trato muy autoritario entre personal de distinta jerarquía que incomodaba.
Bebestibles: Si no eres nivel premium (LEVEL), son tragos de baja calidad, bartender en general simpáticos. No existe una carta con posibles cócteles o tragos típicos. Nunca nos quedaba claro que podíamos pedir o que no, por temas de cobro y falta de promoción a opciones.
Puntos a criticar: Al realizar el check-in escasa información del recepcionista, no nos reciben ni con toallas ni bebestible de cortesía como muchos otros hoteles 5*. En la primera habitación asignada, habían productos de recibimiento de cortesía (vino, snacks) que al hacer el upgrade, ya que dicha habitación no nos gusto saliendo a los 5 minutos, y llegar a la habitación nueva no tenia y al reclamar se nos informa que nosotros debíamos llevarlas, pero esto nunca fue informado y finalmente no se nos repuso. INACEPTABLE. Comida repetitiva en un solo restaurante prácticamente el Serendipia, calidad media, tragos de calidad baja. La persona de las reservas a restaurantes nunca estaba ni tampoco tenia un reemplazo. En ocasiones nos reservaba algún tercero o anfitrión y al final no aparecíamos en el restaurante o eran horarios diferentes al señalado. Nuestro anfitrión se presento un par de días después, nunca fue muy claro en su función. Nos hablaba de masajes o algún servicio de cortesía pero que nunca se concreto. Desapareció. Nunca se logro que todos los días repusieran los elementos del frigobar. Había que llamar o reclamar todos los días y aún así no iban. Nunca se logro que repusieran el café así que de los 8 días logramos tomar solo dos. Servicio a la habitación acudían en la mañana temprano, habitualmente nos levantábamos a las 9 a 10 am, por lo cual se saltaban la habitación y en ocasiones quedaba sin hacer. INACEPTABLE. Si no acudías a la playa o piscinas antes de las 8 am, es poco probable encontrar reposeras libres. Se acaparan y no da abasto el hotel para la cantidad de gente. NO se respeta los 30 min de no uso de las reposeras, para cederla a otro huésped, nadie o fiscaliza. Nos comentaba el personal que algunos funcionarios del hotel se les pagaba para reservar a los huéspedes que estaban dispuesto a pagar. NO existe atenciones al cliente en la playa ni piscina para pedir algún bebestible. NO existen locales para comer algo las 24 hrs. El servicio a la habitación es cobrado ($10). Pocos baños cercanos a la playa y en el caso de los hombres poco aseados.
En cuanto factores a criticar que el hotel no puede realizar grandes cosas: Importante cantidad de sargazo, hacia inviable ingresar a la playa a bañarse. Recomendamos ir a isla Saona (no había sargazo y las playas son como esperábamos que fuesen en puntar cana). Primeros días con bastante viento. Una actitud generalizada del personal de hotel de querer sacar dinero a los turistas. Muchos vendedores en todos lados, desde el aeropuerto, servicio de traslado, ambulantes, hoteles, hasta el que te pasa la toalla te quiere vender algo. Precios muy muy altos. En la playa te abordan cada 15 minutos.
Para finalizar, no recomiendo este Hotel, no cumple con la calidad y los servicio otorgados por un hotel 5* y los precios que cobran. Tampoco se esmeran por mejorarlos. No fueron vacaciones gratas, lo único destacable fue el tour a Isla Saona y obviamente la compañía.