El lugar es precioso. Al medio de la naturaleza, una buena construcción de madera. Con nuestro alojamiento estaban contratados distintos paseos acompañados por un guía, lo que hizo mucho más eficiente el viaje. Si bien habíamos arrendado un vehículo, el ir acompañados por Francisco (travelvanchiloe) hizo que disfrutáramos mucho más los encantos de Chiloé, con datos "calados".
El único inconveniente que tuvimos, fue que junto con nosotros, había un grupo familiar grande (y ruidoso). No es culpa del hotel y si yo fuera en grupo de muchas personas, probablemente también sería ruidoso, pero a ratos era un poco molesto. Nuestra habitación estaba cerca de espacios comunes y comprometió un poco el descanso.
El hotel cuenta con una piscina temperada muy agradable. Curiosamente mantienen aforo para su uso, así que no está siempre disponible.
El camino interior para llegar no es bueno. Probablemente le cueste llegar a un auto pequeño.Más
- Estacionamiento gratis
- Playa
- Bar/Salón
- Internet gratis