Tuve una hermosa experiencia alojando en este lugar.
Un recibimiento muy acogedor de sus dueños, Sandro y Lady, ayudándome con mi mochila y mostrando todas las instalaciones al momento de llegar.
Alojé en habitación Mocopulli, durante una semana, cama y almohadas muy cómodas donde tuve un placentero descanso luego de recorrer mucho.
Los espacios comunes siempre muy limpios, en comedor siempre prendida su chimenea a leña y en cocina una estufa, por lo cual siempre permanece abrigada la hostal.
Pude conocer gente maravillosa en este lugar, partiendo por sus dueños, los cuales fueron muy amables en todo momento siempre ayudando con la información que necesitara sobre lugares a visitar y horarios de buses.
Totalmente recomendable.