Fuimos con mi señora y un matrimonio amigo este 01 de enero 2023, local que no conocía llegamos de casualidad buscando un restaurant donde almorzar, la primera impresion del ambiente fu muy grato ademas que tienen estacionamiento para clientes en una casona tipica de campo al frente del restaurant.
Como no somos de comer vacuno solicitamos 1 plato de humitas y 3 pasteles de choclos, ambas estaban bien preparadas agreganos dos platos de tomates con cebollas (chilena) pero no del concepto espectacular, ademas de unos jugos de chirimoya y mango confeccionados con pulpa y cervezas.en total con propina 67.000 pesos
Vimos otros comensales didfrutar de unas empanadas inmensas (dicen de un kilo) y costillar de cerdos que se veian apetitosos.y varias parrillas humeantes
Debo destacar la atención y preocupación del garzón (Diego) atento a cualquier sugerencia y pedido que hicieramos, además de recmendar los platos con sus características, aunque parece ser una doctrina del local porque vimos a todo el personal moviendose connstatemente por todas las mesas
En definitiva este local lo recomiendo, queda lcasi a final en la calle San Antonio

Excelente atención, local con ambiente de campo, ricas comidas y muy buen Borgoña ( vino tinto con frutilla)
Precios en rango medio, porciones grandes, especialistas en platos con carnes.

Da lata criticar este restoran porque es un símbolo de pomaire y de la cocina chilena, pero ha ido a la baja.
Pedimos humitas y no tenían.
Pedí un pastel de choclo. La pastelera de choclo estaba descongelada, no fresca. Parecía engrudo.
La empanada de 800 gramos estaba la raja.
El arreglado de Chirimoya era con pulpa, no traía fruta.
El lomo a lo pobre rica la carne, pero con medio kilo de papas prefritas (de bolsa). Podrían ponerle menos papas, pero The real papas 🥔
También pedimos una ensalada chilena. Bien sosa, poca sabrosa. No traía ni cilantro 🌿 ni ají verde.
En resumen, salimos bastante decepcionados. Pero el restoran seguirá teniendo su clientela por la marca y el nombre

Pese a la pandemia lograron reinventarse y utilizar el espacio para seguir a flote.
Al final de la calle con estacionamiento privado, al aire libre mesas on suficiente distancia social para sentirse cómodo. Protocolos sanitarios muy claros y bien explicados por la anfitriona.
El personal muy amable y atento. Agradecemos a Paula por su atención.
Imperdible: pastel de choclo con ensalada a la chilena y vainita como aperitivo (no sale en la carta, pero se puede pedir)

Me gusto Tranquilo y agradable De disfruta con agrado la comida y su atención
La espera de la vomida vale la pena porque llega a punto para servir