El lugar es una "Francia" en una pequeña ciudad chiquita que es una perla en Maryland. Todo perfecto. Lista de vinos increíble, por copa o por botella. Puedes comprar tu botella para llevar en la tienda justo al lado. Atención espectacular. Sopa excelente. Pato excelente. Queso de postre como en Francia. Ojo, que el tamaño de los platos es como en Francia. Chiquitos... no esperes nada gringo en ese lugar, solo la gente. Y súper amable todos. Vale la pena conocer. Voy a regresar seguro. La música de fondo es un aderezo más...
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