Fuimos en familia, la gente muy amable y siempre con buena disposición desde que llegamos. El lugar cuenta con un restaurante propio previa reserva, aunque al llegar a la recepción la dueña nos indicó lugares donde ir a comer y a pasear. Para los que prefieren pasar la estadía completa en el lugar cuentan con una escalera para bajar a la playa con los niños, y para los abuelitos la mejor opción son las piscinas, ambas con una espectacular vista al lago, por lo cual no hay necesidad de bajar para verlo, la tranquilidad caracteriza al lugar, muy familiar y acogedor. Con estacionamiento y áreas verdes muy bien cuidadas. La noche un espectáculo a la vista, las estrellas se ven increíbles, ideal para los paseos nocturnos, totalmente enamorada del lugar.Más
- Estacionamiento gratis
- Playa
- Spa