Excelente la atención, muy amable la administración. Las instalaciones son muy cómodas y acogedoras en una casona patrimonial restaurada. En invierno es un poco helado producto de las condiciones climáticas de la zona y de antigüedad, propias de una casa patronal, sin embargo las camas tienen calentadores eléctricos y las habitaciones calefactores a gas. El desayuno es muy rico y abundante. Cien por ciento recomendable.