Llevamos a unos amigos el domingo pasado a tomar una copa en la terraza, porque el sitio nos parece agradable y hemos ido varias veces en verano.
La experiencia fue horrorosa, la terraza sucísima con todas las mesas llenas de platos sucios y sin recoger, el cesped embarrado y lleno de basura (servilletas, colillas, manteles de papel) incluso con una silla rota tirada en medio. Los baños lamentables, con más usos que en una discoteca en Nochevieja.
Nos sirvieron una de las copas con patas de gamba en los hielos. El camarero fue muy amable y nos la cambió enseguida, pero es cierto que la que nos trajo también tenía los hielos sucios, es una pena porque es una situación bastante desagradable.
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