Es un lugar auténtico marroquí. El personal es extra servicial, muy amables y siempre a disposición. La amplitud de la habitación es por demás. La cama enorrrrme. Cenamos aquí también y no defraudó. Tienen poco para elegir pero estaba muy bueno. Además tienen vino y cerveza. Precio de la cena 150 dirham por persona y la copa de vino tinto 40 dirham. No es barato pero no nos apetecía salir del riad porque hacía un frío que pelaba y llevabamos todo el día de ruta en coche y por 5€ que nos íbamos a ahorrar saliendo fuera no merecía la pena.
Se puede pagar con tarjeta sin que te pregunten "¿y no puede ser en efectivo?", algo muy común en los alojamientos de en este pais.
El baño olía un poco a cañerías. Cuando bajamos a cenar se nos olvidó cerrar la puerta del baño y cuando volvimos la habitación (número 5) no olía precisamente bien. Tienen secador de pelo pero tienes que pedirlo abajo.
Aparcamiento exterior en el solar de al lado.
Aconsejable.