Llegamos y quedamos en shock con la maravillosa vista, la cama maravillosa, un placer dormir en ella jejeje ademas, nos tenían una cuna para nuestra bebe y nos esperaban con una botella de vino. Bernardita es muy amable y simpática, nos dio las mejores recomendaciones para comer y visitar. Cuando volvimos después de la cena, aprovechamos de ver el atardecer y sorpresa!! Divisamos unos hermosos delfines. El desayuno delicioso y contundente, la ducha maravillosa. Se recomienda totalmente, ideal para descansar y desconectarse. Tiene wifi
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis
- Playa