Cuando entramos a este local la primera impresión fué muy buena y pensamos que nos iba a gustar mucho, las tapas que se podían ver en el expositor eran variadas y tenían muy buen aspecto.
Nos sentamos en una mesa lo mas retirado posible de la barra, ya que allí se encontraba un grupo de amigos y nadie llevaba puesta la mascarilla, además de hacer gala de lo mucho que se estaban divirtiendo dando grandes voces.
Pedimos varias tapas, algunas de ellas tuvimos que levantarnos e ir a la barra a volverlas a pedir, ya que el personal de fuera de la barra estaba mas integrado en la celebración que en atender a los clientes.
La calidad en algunas de las tapas que pedimos dejaba que desear por ejemplo las gambas con gabardina y el pimiento relleno de carne estaban aceitosos, los mejillones de la casa si que estaban sabrosos pero fríos, el nido con boletus y nata bastante reseco, el atún con anchoa pasable.
Los precios para ser tapas nos parecieron un poco excesivos entre 3,25 euros y 4.90 euros oscilaban las tapas que probamos y la ración con once mejillones 8.90 euros.