No somos peregrinos, nos alojamos aquí para conocer la zona de Ezaro y Carnota. Nos gustó mucho la habitación que aunque era pequeña tenía todo lo necesario, con baño privado. La atención al llegar no me gustó, ya que no había nadie y tuvimos que llamar por teléfono. Al poco tiempo llegó un chico que nos abrió la puerta y no nos explicó nada. Nos dejó las llaves y se fue.