Acudí con mi madre a este restaurante de comida italiana, para recordar viejos tiempos. Nos encantó; ella no había estado nunca, yo ya lo conocía de ir en ocasiones anteriores y en otras ciudades en donde también lo hay.
La comida estaba riquísima: ella pidió pasta y yo una pizza (enorme, de masa muy finita y crujiente). De postre pedimos para compartir: tiramisú y trufas de chocolate!!!
El restaurante es muy bonito, estaba muy limpio y la presentación de la comida está muy bien. El personal es amable y en todo momento llevaba la mascarilla bien puesta.
Es un restaurante un poco más caro que otros que ofrecen el mismo tipo de comida, pero la comida está muy rica y tienes bastantes opciones de salsas, pastas para escoger.
Nosotras repetiremos!
¿Es el propietario o administrador de este establecimiento? Solicite su perfil gratis para responder las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.