Muy acogedor, muy amable su gente Leticia, María y no puede faltar don Raúl,
Gracias por su preocupación, rico de desayuno y destable el cafécito de la tarde
Lo bueno es que esta todo cerca, por lo cual se guarda el vehículo y a caminar a la feria artesanal y la plaza
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Toman medidas de seguridad
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Nos hospedamos allí una noche y menos mal que solo fue una. El check in era a las 14.30, llegamos a las 14.25 y el administrador o dueño, llegó ni siquiera nos saludó, y solo mencionó mirando su reloj a las 14.30 los atiendo, de forma pedante. La habitación no tiene aire acondicionado, pagamos 85 mil y no tenia AC, cortinas delgadas, por lo que se translucía y permitía gran paso de luz lo cual nos molestó a tempranas horas del día, la piscina no estaba el filtro funcionando, con gran cantidad de hojas, alto contenido en cloro, las reposeras de fierro (cuidado al tomarlas porque queman), lo único que rescato es el baño, sabanas con motas horrendas, ahhhh y la ubicación es buena. Antes nos hospedamos en el Refugio misterios del elqui, pagas 15 mil más pero esta a un nivel muuuuuy superior a este hotel. Y aún esperamos el pisco sour k el milagro nos prometió
El personal es muy amable y las habitaciones son cómodas y de buen tamaño, lamentablemente la habitación que me asignaron da a la calle y tiene bastante tráfico, me costó dormir, además se alcanza a escuchar las conversaciones de la habitación de al lado. El desayuno está bien, pero no tiene Restaurante y el frigobar esta vacío, si llegas tarde (hay recepción sólo hasta las 22:30) es recomendable traer alimentos y líquidos. La piscina es agradable. Sólo hay Wi-Fi cerca de la recepción, a mi habitación no llegaba.
Demasiado ruido, no se respeta el descanso, mi habitación (11) estaba entre la recepción y la cafetería, y brillantemente se les ocurrió poner una mesa fuera de la ventana de la habitación entonces a las 8 am ya estábamos despertas entre los pasajeros conversando y la persona en recepción hablando a todo volumen, un desastre. Además, la habitación tenia olor a desagüe y humedad, solicitamos cambio pero no se podía porque estaban copados, entonces para soportar el olor teníamos q tener la ventana abierta pero, con el ruido, no sabíamos que hacer. Claramente, no nos dieron solución ni alternstiva, por lo que no pudimos descansar como quisimos
Respecto al desayuno, no es un hotel barato ni turístico para opciones tan pobres y básicas como jugo envasado o un queque seco
Mucho que desear... las instalaciones son bonitas y bien cuidadas, pero con este tipo de experiencias no queda más que no aconsejar este hotel por ningún motivo
Excelente servicio y cordialidad. Si quieres pasar una temporada totalmente en paz y desconectarte, este es el lugar. Mención especial para Leticia por su preocupación, a Mirla por su amabilidad y a don Raúl por su simpatía y su exquisito Pisco Sour. Ubicación perfecta a un par de cuadras de la plaza central, puedes llegar caminando a los restaurantes típicos de la zona como Destilería Pisco Mistral o el Durmiente.
Exxelente ubicación.
En las habitaciones exteriores se siente bastante ruido, son algo calurosas a pesar de tener ventilador y el baño no tiene muy buena ventilación pero en general está impecable, igual o mejor que en las fotos. El área de la piscina muy cómoda.
La estadía incluye un pisco sour de bienvenida, desayuno (ofrecen pan, huevo, queso y jamón, mermelada, mantequilla, queque, jugos, café de grano e instantáneo y variedad de té, fruta, cereales y yogurt) y en la tarde una once que incluye café, té, queque y galletas. Agua con hielo todo el día a disposición.
Excelente disposición de parte del personal, un día se cortó el agua y por las molestias nos dieron un pisco sour de cortesía. Además pusieron fase 2 en Paihuano por lo que el fin de semana se contactaron con un delivery de almuerzos; luego pusieron cuarentena en La Serena y tuvieron excelente disposición para alargar nuestra estadía en Pisco Elqui.
Se forma un ambiente entretenido entre los huéspedes del hotel.
