Llegamos un día feriado por la tarde a Pisco Elqui, dejamos nuestras maletas en el Hotel y salimos a buscar algo para comer, por ser feriado íbamos con cero expectativa y ya nos estábamos conformando con comer unas papas fritas, pero justo en frente de la Plaza de Pisco Elqui está este retaurante que tiene una decoración muy rústica y étnica, muebles en obra, pisos de tierra y decoración adhoc.

Si bien es cierto hay que ceñirse sólo a lo que ofrece una breve carta, salvó, recinto de buen nivel, el sour bastante bueno y lo preparan con un destilado de la zona (doña Josefa).

Pocas opciones e o menú. Muy caro por la cantidad de comida. Atención lenta, mismo con el restaurante vacio. La decoración es linda, apenas esto.

Definitivamente el ambiente cautiva: mesas de madera rústicas, sillones de arcilla y sin ventanas, solo unas cortinas que se mueven al compas del viento. Hermoso!
La comida muy rica, gourmet.... el problema es que hay poca variedad.
El detalle, el piso muy irregular, nos costó acomodar la silla de guagua.

La verdad es que no fuimos en un buen día. Pisco elqui estaba lleno y todos los restaurantes de la zona estaban colapsados. Entramos porque era el único con mesas disponibles. Antes solía ser un local de jugos. Ahora sólo tenían 2 tipos de jugos pero sirvieron para entretener la larga espera que se venia. Pese a ser uno de los pocos locales que parecían tener dotación completa de personal, no eran muy eficiente.
Los platos al fin llegaron, (luego de que la garzona volvió, después de 30 min de haber pedido, a preguntar si sólo habíamos pedido un solo plato, éramos 3 personas habiamos pedido 3 platos, nos toco esperar más) no fue lo que esperábamos, el pollo venia reseco, sin aliños, ni siquiera sal. No se porque nos preguntaron el punto de cocción del filete, pues aunque lo pedimos a punto, llego reseco y la ensalada venia sin la salsa que prometía.

Llama la atención la decoración, la atención es mala, las personas que atienden no conocen sus productos, dando así muy poca referencia.
Los precios son caros
La comida es nada del otro mundo.