Fui por el día de mi cumpleaños a Pisco Elqui, porque me encanta, y junto a mi familia fuimos a almorzar al restaurante de la destilería de Pisco Mistral, donde una señorita muy hosca nos dice en la puerta que no hay mesas, que esta ocupado todo, y ante mi pregunta de si hay lista de espera o algo, nos dice que no hay lista de espera para entrar, que no podemos quedarnos ahí esperando, teníamos que irnos y que volviéramos en en una hora o dos para ver si se desocupo algo, de forma no muy grata.
Nos sentimos muy mal, y más porque era mi cumpleaños, cosa que le explique, donde por lo menos nos hubiera dicho que esperáramos fuera a que se desocupara una mesa, y no que nos despidiera de manera tan poco grata.
En estos tiempos tan difíciles, los restaurantes deben cuidar a sus clientes, procurar una buena atención e información al público, por sus canales de comunicación o designar a personas idóneas en atender público, para proteger sus negocios de no perder clientes, como en mi caso, porque no volveré, por lo mal que ne hicieron sentir , y voy continuamente a esa localidad.
Al final terminamos almorzando al frente, en el restaurante del hotel Elqui, donde nos trataron y comimos excelentemente.