Vacaciones familiares, alojamos 3 noches, en cabaña Dalia. Las cabañas muy bonitas, limpias y los espacios comunes también, piscina amplia, pero algunas cosas tan básicas como la regulación del agua caliente o la calidad del cafe del desayuno, no se condicen con lo que se espera de acuerdo al valor cobrado. El agua de la ducha salía demasiado caliente o fría y el café era de sachet, siendo que el letrero del hotel decía restaurante-café.
Almorzamos un día en el restaurante, estaba rico y precio esperable. No sentimos que esperamos tanto porque pedimos antes, desde la cabaña, y nos avisaron cuando estuvo listo. Sin embargo, una tarde pedimos dos sandwich y se demoraron 1 hora y media.
Espacios para estacionamiento muy estrechos, había que maniobrar demasiado para entrar o salir.
El personal muy amable pero se sugiere contratar más para la cocina. También que el tiempo para desayunar sea más largo comenzando mas temprano (era de 09:00 a 10:30 hrs.) Y definitivamente que arreglen el tema de la regulación del agua de las duchas, muy desagradable quemarse o aguantar agua tan fría.