Fuimos por sus buenos comentarios y hoy fuimos a comprobar que tal era, el sitio es bonito ya que tienes en la terraza el drago justo de frente para mi lo mejor de todo, de resto un horror, fuimos en principio a comer pero pasó algo bastante curioso mientras esperábamos a que nos atendieran y traerán las bebidas se equivocaron con varias mesas trayendo menús de brunch no deseados, fue tal lo incómodo de la situación a pesar de pedir perdón en varias ocasiones que decidimos no comer la verdad es que hacía mucho tiempo que no veía tal desastre tanto en la cocina como entre el personal, dando vueltas sin saber dónde llevar platos, tardaron un montón en servir y eso que la terraza no estaba llena, encima cuándo pedimos las bebidas no pusieron nada de picoteo, sin embargo una mesa que entró después que nosotros pidieron bebida y le pusieron algo para picar y garantizo que ellos no lo pidieron, solo pidieron la bebida ya que estábamos casi al lado, son gestos bastante feos desde mi humilde opinión, todos los clientes son o deberían de ser iguales, es una pena que con lo bonito del lugar repito gracias al drago simplemente sea un lugar tan pésimo, se nota su inexperiencia, así que decidimos irnos sin más pagamos que por cierto fue una clavada, aunque ya eso lo suponíamos y ahora que recuerdo.. Tienen varios tipos de cerveza pues depende de quién te atienda te pregunta que cerveza porque tienen varias, pues a nosotros nos tocó la camarera que no ofreció ninguna elección sino DORADA, vamos que no volveré y no lo recomendaré a nadie desde mi punto de vista esta dirigido al turismo puro y duro, cómo no cambien los ideales y los turistas tarden en poder entrar a Canarias a ver de que van a vivir porque con ese servicio le auguro poco futuro lástima de lugar la verdad.