A escasos 50 metros de la playa, encontramos este bonito hotel en una playa no tradicional pero hermosa del pacífico de Costa Rica.
Fácil acceso, habitaciones discretas pero cómodas, personal amable y excelente te ubicación son su carta de presentación.
Las habitaciones son acogedoras, sin ser lujosas, pero muy agradables. Si viajas con niños les encantarán dado que cuentan con un estilo rústico que da una impresión de cabaña y un segundo piso. Agua caliente, aire acondicionado, y una ubicación tranquila, cumplen el requisito para descansar.
El area de piscinas es el centro de atención del hotel, con 2 piscinas (adultos y niños) y un pequeño jacuzzi junto al restaurante y en el centro de área común.
El restaurante es bueno, con precios moderados y habituales para este tipo de establecimiento. El desayuno ofrece frutas y unas 5 o 6 opciones de menú.
El personal es amable y sin dudarlo, dispuestos a hacer su experiencia agradable.