Visita de carácter familiar, reservamos en el restaurante y luego para tour en el teleférico en cerro Chamán, del lugar nada que decir muy lindo todo, en el restaurante la carta es muy acotada, y los platos no son buenos a lo que se esperaría del lugar, los cuatro platos salieron en distintos tiempos, un pastel de choclo se separaba una espera de 20 a 30 minutos, pero demoró 1 hora, al parecer se les olvidó y llegó quemado y con el postre de los demás comensales, se noto que los ingredientes no eran de buena calidad.
El tour bastante sencillo, también cuenta con sala de ventas. Finalmente visitamos el museo del automóvil que está al interior del recinto.