Uno de los Parques Nacionales más hermosos del Ecuador.
La experiencia fue enriquecedora en todos los aspectos, estar en un lugar tan remoto y con la certeza de que estarás a punto de ver los paisajes más sobrecogedores. Las caminatas por sus senderos sinuosos, sus horizontes verdes que guardan un sin fin de especies y sus atardeceres tan etéreos, me hace ver lo valiosa que es la vida y todo lo que nuestro pequeño país es capaz de ofrecer. Nuestro guía fue muy amable y siempre estuvo dispuesto a ayudarnos en todas las actividades.