Magnífica opción en Castro por sus productos, ubicación y local y el nivel de atención.
Estuvimos comiendo dos días de la misma semana en octubre, un día dentro y otro día fuera, en la terraza. Fuimos 2 personas el primer día y 4 personas el segundo, así que pudimos probar bastantes cosas. La experiencia fue francamente muy buena.
Sobre la ubicación, está frente al muelle de Eguilior, en el frente marítimo de Castro, junto a los jardines de Amestoy, es decir, en el mejor sitio. Para el que llegue a Castro en coche, está a pocos metros del parking público.
Dispone de un local amplio (el que hasta hace poco era Serman), bien iluminado, agradable en cuanto a decoración y con espacio entre las mesas. Muy bien. La terraza es una de las que se ven en Castro en esa zona, con unas 4 o 5 mesas y con calefacción.
Probamos de todo: ensalada de ventresca (muy bien), rabas (fenomenal; hoy cuesta que las hagan bien), una ensalada verde... De segundo un día rape negro (magnífico), lubina (ídem) y magret, que me encantó. De postres solo comimos el cheesecake y la mousse y la verdad es que lo mismo; todo muy bien.
Con vino no pasamos de 40 euros, más bien unos 35 o 38 por persona. Francamente bien de precio.
Todas las personas que nos atendieron fueron muy amables y atentas por igual aunque nos llamó la atención positivamente uno de los camareros, Edgar.
Enhorabuena!
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