Nos hemos pedido el menu degustación de productos de la zona, unos 28€ el menú, y tanto el servicio, como la comida lo ha valido hasta el último céntimo.
Un variado de entrantes de buena calidad, el revuelto de setas muy bueno, el entrecot a la brasa, en su punto, jugoso, exquisito, el meloso de mi pareja espectacular, y con los postres lo hemos gozado. Y todos los platos en cantidades generosas.

Un sitio agradable, limpio, con muy buena comida y buen servicio, no sólo hemos comido, hemos disfrutado de la comida. Repetiremos si volvemos a Morella.

En pleno centro de Morella, el Mesón del Pastor no defrauda. Lugar con mucho encanto el resturante tiene 2 plantas y en la puerta de al lado también hay un pub musical gestionado por ellos.

Normalmente hacen turnos para comer, el segundo turno suele ser sobre las 3. Pedimos 2 entrantes para compartir con pulpo y fideos al foie excelentes. Después un segundo plato con bastante variedad para elegir, postre y café para cada uno.

Es un lugar elegante y acogedor y la comida es elaborada y de calidad. Hacen dos turnos y eso hace que en general el segundo se retrase y empezamos a comer a las 4.
El personal era atento pero no estaba bien coordinado,me sirvieron el segundo que era lo que yo había pedido, pero vino corriendo otra camarera y me lo retiro,le dije que si era lo que yo había pedido y alegó que ese plato correspondía a la carta no al menú. Nunca me habían retirado un plato ya servido.

La experiencia ha sido muy grata a la par que sorprendente. Íbamos mi pareja y yo con la idea de que “un día es un día” y que la ocasión lo merecía (aniversario). Como se trata de un sitio hiper recomendado, también nos habíamos hecho a la idea que lo que íbamos a pagar no se iba a traducir a lo que solemos comer (somos muy comilones). Pero bueno, las vibes de hacer cuatro fotos en insta y brindar con una copa de vino nos conformaba y ya está. No obstante, nos ha sorprendido muchísimo que no ha sido para nada como esperábamos. La comida estaba deliciosa. El producto de proximidad y de alta calidad. Cada entrante y plato estaba elaborado con mucho mimo y con generosidad (eran abundantes). Entraba de todo a un precio de menú de 35€ con agua y postre incluído. Ambos con sonrisa de oreja a oreja cada vez que sacaban un platillo. Son 4 entrantes bastante elaborados y copiosos, un principal, el postre, agua y pan con tomate y alioli. ¿Qué más se puede pedir? Últimamente quedan pocos sitios en los que no te sientas estafado. Volveremos sin ningún ápice de duda, pues el personal también es profesional, atento y amable. Han hecho que nos quedemos con un bonito recuerdo de Morella y por supuesto de su restaurante.

Nos decantamos por las valoraciones que le daban y fue todo un acierto. La decoración del restaurante es clásica y elegante y el servicio muy atento y agradable. Pedimos la ensalada de ave escabechada y las croquetas morellanas de primero; la presa ibérica (foto), la paletilla de cordero y el medallón de conejo trufado; y de postre tarta tres chocolates (foto) y tarta de avellana y chocolate. Estaba todo buenísimo.

En cuanto al precio, todo eso más agua, una botella de vino y café, 110€.