El local admite perros en su terraza exterior. Muy buena atención.
De entrada pedimos machas a la parmesana y camarones al pil pil. Por mi parte pedí un jugo natural de mango y de plato principal, jabalí. De hecho, me decidí por este local precisamente porque ofrecían jabalí, un plato que había probado antes en Entre Lagos y que en esa ocasión me había pareció delicioso.
No hubo espera por las machas y los camarones, llegaron con gran rapidez, pero debo confesar que no comí todas las machas (mi compañero solo probó una) porque al lavarlas no les vaciaron el estómago y, lo cierto, es que no me gustan cuando se saltan ese paso. Los camarones de buen sabor.
En cuanto al plato principal. El jabalí distaba mucho de lo que recordaba. Este plato era de carne tibia y un poco seca. Venía acompañado de papas rústicas como se ha dado en llamar a las papas que fríen con sus cáscaras. La verdad, el plato en conjunto no llenó mis expectativas.
También pedí jugo de mango natural, pero el que llegó me atrevería a decir que era jugo procedente de envase.
Tampoco me gustó que usaran galletitas saladas en vez de pan. Para mi gusto, una de las delicias de los camarones al pil pil es el "sopeo" final con el pancito.
Rescato, como dije al principio, que el local es un lugar agradable, con personal de buen trato y preocupados de que uno tenga una experiencia agradable. Desgraciadamente la comida no estuvo a la altura de lo que yo esperaba. Para otra vez, será. Otro punto a favor es que tienen los baños impecables, con jabón y papel para manos y el hecho de que sea "pet friendly" ya que yo no visito lugares donde no se permitan perros.