Lo mejor de este sitio es que tiene un localcito donde tomarse un buen vino aves del sur, barato y rico, o un buen pisco, acompañado de unas papas nativas preparadas de forma esquisita. Toda la onda el sitio, decorado muy bonito, y gente muy amable. Como he dicho lo mejor del sitio, es que por la noche, allí concurren gran parte de los viajeros a compartir.
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El lugar es muy lindo y tiene buenas instalaciones. Sin embargo, la atención fue pésima. Llegamos temprano, como a las 11:00, el encargado nos dijo que la habitación estaría ok a las 14:00, dejamos nuestro equipaje en su casa y fuimos a conocer el Parque Nacional Chiloé. Volvimos al hostel a las 14:15 y una chica con MUY MALA ACTITUD nos dice que nuestra habitación estará disponible desde las 15:00. Yo necesitaba cargar mi teléfono y fui al bar que está en el hostel, ella me vió en alquel lugar y me expulsó... le dije que necesitaba cargar mi celular e ir al baño, pero no le importó. Luego, nacesitaba sacar ropa de cambio porque era un día con lluvia, mi equipaje seguía en la casa del encargado, fui donde estaba mi mochila y la misma chica me echó nuevamente... tuvimos una discusión, yo le dije que estaban mis cosas ahí y necesitaba cambiarme. Ella me decía que ese lugar no era parte del.hostel, yo lo entiendo pero hay que tener sentido común para dar buen trato al turista y permitir usar los espacios si aun no está ok la habitación.. Nos sentimos muy maltratados por ella, al.parecer no entiende lo que significa brindar un servicio turístico..
Además el.desayuno era de muy mala calidad...
NO RECOMIENDO EL HOSTEL!!!!
Muy buen lugar ubicado en Cucao, a pasos del Parque Nacional Chiloé. Muy buen precio en habitaciones con baño y desayuno. Excelente atención del personal. Recomendable los panqueques celestinos y el piscosour con murta.
El lugar es hermoso, queda a pasos del Parque Nacional Chiloé, las habitaciones son muy acogedoras; todo muy limpio. Destaco la inmensa amabilidad de Marcelo y también de Claudia, nos hicieron sentir como si estuviésemos en nuestra casa, se forma un gran ambiente entre todos los huéspedes. Definitivamente, es para volver.
Parador Darwin es más un hogar que un alojamiento ... La habitación no era grande, pero era muy, muy confortable ... ubicada en un hermoso y exuberante entorno ... el espacio común, a modo de cocina y living integrado, es tan encantador que nos tentó a no salir a cenar. Los dueños nos prepararon una picada de momento, lo que nos dio tiempo de disfrutar de una apreciada charla. El Parador Darwin es un lugar para compartir la vida con otros huéspedes y con sus dueños, Marcelo y Patty: es donde uno se siente como en casa!!!
El hotel Parador Darwin es una buena opción por el sector Cucao del Parque Nacional. Las habitaciones son preciosas, con agua muy caliente y todo que necesitas. El jardin, con kolibrís y muchas flores es hermosa también.
Hay un espacio compartido donde se puede sentarse en la noche, y donde se sirven el desayuno también: ¡en este espacio hace mucho frío!
El desayuno es bueno (según el estandard chileno). Es importante saberlo que el restaurante (lo cual que por ejemplo el Lonely Planet recomiende mucho) ya no existe. Era perdido en un incendio... Pero, hay otras opciones cerca del Parador Darwin donde se puedo comer riquisimo.
Una cosa final: ¡no hay wifi!
