Muy lindas las habitaciones, con vista al lago. La atención es familiar y amena, Guillermina es un siete. Lo único que el inmueble suena mucho la madera, se escucha todo en toda la casa. El desayuno es ''autoservicio'', te dejan servido en la mesa y debes pararte a buscar el pan. Nos recomendaron una cabalgata con Alex, por favor háganla, muuuy bueno, además que Alex tiene muchas habilidades blandas para este tipo de actividades.Más
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis